Las creencias negativas imponen limitaciones innecesarias al valor de una persona. La creencia errónea de que una persona debe «arreglar» algo sobre sí misma antes de que pueda ser aceptada a menudo tiene tintes de miedo o abandono.
Cuando las creencias negativas están en juego , pueden mantener a una persona «atascada» en su zona de confort o en una zona donde puede conformarse con menos de lo que merece.
Cómo las creencias negativas pueden afectar tu vida
Las creencias inconscientes se aprenden en la infancia de acuerdo con ciertas condiciones. La forma en que un niño aprende a pensar en sí mismo es a menudo producto del modelado y la imitación. Sus padres y cuidadores dan forma a sus propias creencias, y el niño aprende y se adapta en consecuencia.
Un patrón similar se puede ver en las creencias autolimitantes. Se basan en pensamientos, sentimientos, opiniones o valores negativos que una persona tiene sobre sí misma. Cuando una persona comienza a interpretar una situación de manera negativa, puede crear un sesgo negativo sobre la situación que refuerza negativamente la forma en que se ven a sí mismos.
Hay varios factores clave en los que se aprenden y refuerzan las creencias autolimitantes:
- Hacer comparaciones entre uno mismo y los demás.
- Un entorno infantil abusivo o incapacitante.
- Sesgos heredados (aprendidos).
- Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o un trastorno de la personalidad.
- Modelado e imitación de familiares, amigos, compañeros o comunidad.
Hay muchos tipos de creencias negativas que pueden desarrollarse y mantener a una persona estancada. Algunas de las creencias comunes incluyen:
- Soy indigno de amor.
- Soy una persona horrible.
- No puedo confiar en nadie en mi vida.
- Todo es mi culpa.
- No merezco la felicidad.
Curación de patrones
Superar un patrón de creencias autolimitantes puede ser un desafío. Una persona primero debe reconocer lo que puede estar operando en su vida en un nivel inconsciente, comenzando a evaluar patrones de autosabotaje o comportamiento contraproducente. Una vez que se identifican las creencias negativas, desafiarlas reformulando la forma en que piensa acerca de ellas y de usted mismo es un paso esencial. Sin embargo, dado que las creencias negativas a menudo se derivan del trauma del apego, también puede ser útil trabajar con un terapeuta que se especialice en el trauma de la relación.
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